30.3.10

De riesgos y ganas de salir adelante.


Todos parecen felices, escogen camisas alegres. Salen a la calle cada día con una sonrisa en la cara. Mueven sus brazos al compás de sus pensamientos y sus piernas saltan ágiles, en lugar de arrastrarse por las aceras. Me miran desde arriba mientras tararean una canción. Escogen el punto más alto y desde allí siguen subiendo hacia arriba abandonándome en el puerto. Yo hago peces de papel sentada en el banco. Son peces de colores, también, como sus camisas y los voy colgando en el móvil junto con los barquitos por si algún día tengo un bebé, me digo. Pero todos parecen felices, rebosantes de felicidad, activos y yo sé que mucho antes de haber tomado la decisión más importante de mi vida ya me había perdido. Es mi cerebro, que no funciona correctamente. Aunque ayer gané, gané yo y no ellos. Gané al tomar las riendas sólo un momento. Ya vendrá el torero del moroso a decirme lo que debo, siempre pasa eso cuando me levanto y hago algo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

la felicidad es sólamente un estado mental.