16.2.10


Donde quiera que estés estaré yo, con mi media sonrisa y las pupilas dilatadas y las ganas y la inocencia intactas. Seguirá ahí el cielo abierto y en tus manos cada una de mis vértebras sujetándonos a las dos. Donde quiera que estés, y espero que sea un lugar bonito, tendrás las tres pecas que se alinean en mi cara, la frialdad de mis manos y el verde moteado que te sacudía el interior. Lo tendrás todo, como antes. Porque los días que has estado sin estar son mejores ahora, en el recuerdo, y allí lejos la fantasía que te envuelve es tan real como mis latidos. Lo tendrás todo, como antes. Incluso lo que no tenías. Donde quiera que estés te querré infinitamente sin esperar que te materialices en algún cuerpo bonito y hueco por dentro. Mi amor será tan grande que podrás tocarlo con las manos y hacer figuritas de papel con él. Así que mejor no vuelvas a aparecer, porque no quiero desgastarte a base de tardes de viento y bufandas enredadas ni de tanto mirar tus ojos llenos de magia. No vuelvas porque no funcionará. Me basta con saber que estás allí donde puedo quererte más y mejor y sobre todo donde ninguna de las dos sufriremos por ver otra vez que el mundo real no está hecho para nosotras. Porque nunca lo estará. Así que recuerda que allí donde estés yo estaré, abierta en canal para ti. Sabiendo que mientras tanto aquí, no encontraré nada tan real como tú. No te enfades si de vez en cuando me despisto y caigo en otros brazos. Aún así seguiré amándote. Tú estás en otro sitio, en otra parte, tan lejos que asusta pero tan dentro de mí que jamás podré olvidar.

Donde quiera que estés estaré yo.

1 comentario:

Shh dijo...

Hola!
Bueno, pues me alegro de que te interesase la entrada, me gusta mucho lo que escribes y sobre todo cómo lo haces.
La verdad es que yo ya no hago nada en el blog, porque total no lo leería nadie, pero procuraré pasarme más por aquí.
Tenemos bastantes gustos comunes por lo visto! (=
Un saludo.
Be.