1% OF MONSTER

Éramos como arañas. Habíamos ido tejiendo una gran tela de desengaños. No importaba cuantas veces se destrozase, volvíamos de nuevo a construirla con la misma fuerza y dedicación. Éramos como arañas. Todos nos odiaban. Todos sentían asco. Tejíamos en espiral. Éramos como arañas de jardín. Devorábamos a nuestros machos cada vez que osaban acercarse. Así éramos. Voraces. Pero inofensivas para los humanos. Recorríamos la tela o nos dejábamos estar en el centro a la espera de alguna presa que envolver en seda, comer y digerir después. Todos nos odiaban. Siempre esperando. Siempre acechantes. Trémulos arácnidos agitándose violentamente en un baile sin más fin que el desencanto al que permanecíamos unidas. Éramos como arañas. Arañas prorrogando el fin del mundo. Arañas danzando al compás del viento. Arañas enzarzándose en una batalla con lo más sagrado, renegando de su situación. Arañas arañando el mundo desde su posición privilegiada. Todos nos odiaban. Yo aún no lo entiendo. Sólo estábamos esperando el cambio que a todos nos prometieron, el acento que puebla los rincones.
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*Foto: Araña que arañaba mi jardín esta mañana.
3 comentarios:
aqi dejo una firmita...
Que no eres más cutre porque no lo intentas, vamos.
Igual es por eso que las arañas me dan miedo.
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