7.10.09


Ábrete Némesis. Llevo esperándote mucho tiempo. ¿Me has castigado a mí todos estos años? Esperaba que lo solucionases, llevo mucho tiempo aquí, tirada sobre el asfalto desangrándome sobre la carretera, los coches han pasado por encima de mí durante más tiempo aún. Ya no siento dolor y no consigo encontrar algo que sea peor que eso. Ni en mis peores pesadillas imagino algo que sea más doloroso que la ausencia de dolor. ¿Por qué me haces esto a mí? Creía, de verdad que creía, que ya había pagado por mis pecados, que los pagué uno por uno, en cada gota derramada, en cada hueso fracturado, en cada último aliento que exhalé. Has permitido que muriese una y otra vez, que mis huesos fracturados volviesen a fracturarse, me insuflaste de nuevo aliento para volver a pasar por lo mismo una y mil veces. Tantas veces, Némesis, tantas veces que ahora ya no siento nada. Y mentiría si dijese que merezco tremendo castigo, mentiría si me lo creyese. Al principio pensé que era justo, que me estabas probando, que tenía que devolver de alguna manera todo el sufrimiento que un día causé. Pero ahora ya no entiendo por qué sigues aquí, torturándome. Ya no tengo fuerzas ni para suplicar que vuelvas, que me beses y devuelvas mi cuerpo putrefacto a la vida, porque me lo has quitado todo, me has quitado las ganas, las formas, las maneras, la carne. Has apagado el deseo, la confianza, los sueños. Sólo siento asco y eso es como sentir nada. La primera vez que un camión pasó por encima de mí y escuché como se fracturaban los huesos y los organos reventaban en mi interior supuse que tendría que tener paciencia, que lo bueno llegaría algún día, pero no llegó. Hiciste que anhelase algo que nunca conocí. La primera vez que mis músculos se desgarraron dejando entrar esa serpiente venenosa dentro de mí creí que no siempre sería así, que eso que tanto dolor me había causado no podría durar mucho tiempo, no tendría la capacidad de ser eterno. Hiciste que desease algo que nunca tuve. Conocí muchas serpientes, muchas torres de marfil, muchas sonrisas ajenas pero todas ellas terminaban por morir, por derrumbarse, por decaer. Lo juro, pensé que algún día me vengarías, castigarías a todos aquellos que destrozaron mi vida, mi cuerpo, mis instintos y entonces yo podría volver a intentarlo, con éxito. Pero sólo has consigo que no sienta nada, estoy podrida, en estado de descomposición, estoy muerta, muerta en vida, asqueada. Y eso es lo peor, Némesis, eso es lo peor, no poder sentir, estoy completamente inutilizada, ya no puedo confiar en nadie, en nada y no es que no quiera, es sólo que no sé.

No hay comentarios: