DE ABANDONOS
1) EL ABANDONO SEXUAL
Nunca había visto a mi novia tan asustada. “Joder joder joder” dijo con la cabeza entre mis piernas “Joder joder joder” repitió mientras salía del enredo de mantas para mirarme a la cara de nuevo antes de volver a zambullirse para comprobarlo. Parecía que se había tragado la palabra joder y no conseguía escupirla del todo. “Joder, África, ¿puedes parar de decir joder? ¿Tengo monos en el coño o qué?” le dije ligeramente cabreada. Aquella mañana, cuando me desperté no tenía sexo. Desde entonces las cosas nunca volvieron a ser como antes. Intenté por todos los medios que ella no se alejase. Le propuse que nos pasásemos al sexo anal, aunque yo sin mi adorado clítoris no pudiese tener orgasmos. La idea no le gustó, ni siquiera quiso pensar en ella. En cierta manera la entiendo, acostarse con un coño de Baby Doll no debe de ser muy divertido. La goma es, sin duda, poco agradable.
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