
THE MATRIX RELOADED
Lo volvió a ver. Bueno, no fue así exactamente, en realidad sólo se cruzaron, de frente, de refilón, tan sólo unos segundos, que se convirtieron de aquella tarde en adelante en los más largos de su vida. Estaba en la calle real, atravesándola con decisión, sacando pecho, como siempre, porque si no resulta imposible cruzarla con tanta gente. Aquello parecía un hormiguero y sin embargo vio tu cara, te vio a ti, tan delgado como siempre y con tu pelo, si cabe, más largo. Las personas desaparecieron. Ya no llevabas bigote, pensó que así te parecías mucho a tu padre. La miraste y entonces recordó a Keanu Reeves y como tantas otras veces había hecho recortó tu cara justo por la mitad de la nariz y lo vio a él en Matrix y como consecuencia dio un repaso a doble velocidad a aquella tarde de cama en la que os tragasteis todas las películas seguidas. Te colocaste el pelo detrás de las orejas, con ese gesto tan femenino que le gustaba tanto y desviaste la mirada hacia el escaparate de la derecha. Fuiste incapaz de mirarla a la cara más de un ínfimo instante. Cuando la dejaste tampoco podías mirarla a la cara. Y ese mes que pasasteis viviendo juntos cuando ya no quedaba más que odio hasta que ella pudo coger las maletas tampoco podías. No la saludabas ni cuando os cruzabais en el pasillo. Sentías vergüenza. Erais perfectos desconocidos. Ella no te reconocía. Tú no la reconocías. Ella no se reconocía al mirarse al espejo. Y tú no lo hacías porque te daba asco verte la cara, mirarte la polla y pensar en otra. Lloró mucho ese mes, hasta que se quedó sin lágrimas y también salió mucho, todo lo que no había salido ese puñetero año de contrato de alquiler que tuvisteis que aprovechar hasta el ultimísimo día. Dicen que el rencor cuando alguien te ha fallado no sirve para nada; pero ella, sin ese odio, no hubiese sido capaz de salir adelante.

2 comentarios:
:) gracias
te leeré a partir d ahora
La última frase me ha llegado hasta bien adentro. Uff.
Publicar un comentario