CONJUGANDO PERSONALIDADES (O LA BIPOLARIDAD LLEVADA A UN EXTREMO BOHEMIO)
Hay personas que susurran cosas que nunca comprenderé, que tú nunca comprenderás. Las hay para todos los gustos y aunque podamos encasillarlas en algo concreto, al final siempre acaban mostrando formas de actuar que podríamos encontrar en nosotros en un momento determinado. Así que tú eres un poco como yo, y yo un poco como tú. Hay partes de mí en cada una de las personas que conozco, y otra parte en las que no conozco. De alguna bizarra forma estoy conectada con esa mujer que siempre odié, con ese padre al que no podré perdonar y con esos hombres de los que no quiero saber nada. Tal vez para llegar a comprendernos tenemos que ser conscientes de que estamos aquí y allí (Incluso donde no queremos estar) y como consecuencia llegar a comprenderlos encontrando el punto de inflexión entre sus pautas de comportamiento y las nuestras. Puede ser un trabajo duro, porque en general odiamos lo que está en nosotros (Lo que no está en nosotros no nos inmuta –cito casi textualmente a Hermann Hesse-) Yo soy a la vez muchas mujeres, dentro de mí caben muchas (y más aún) y es posible que no llegue a conocerlas a todas. Aunque desde luego soy yo la que decido que partes de mí exploto y desarrollo más. Unos han visto en mí a una puta sin sentimientos. Otros, en cambio, pura y estúpida inocencia. Y yo soy esas dos personas, al mismo tiempo (o por momentos) da igual. Toda postura necesita de su contraria para funcionar. Todo en esta vida tiene que compensarse de alguna manera para no caer y llegar a ser un despropósito. Antes decía que me gustaba como era, ahora no, ahora sencillamente "soy", no tiene que gustarme ni dejarme de gustar. Existo, estoy aquí (y allí) puedo ser lo que quiera ser (Exactamente lo que quiera ser) Y con eso me conformo.
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Hay personas que susurran cosas que nunca comprenderé, que tú nunca comprenderás. Las hay para todos los gustos y aunque podamos encasillarlas en algo concreto, al final siempre acaban mostrando formas de actuar que podríamos encontrar en nosotros en un momento determinado. Así que tú eres un poco como yo, y yo un poco como tú. Hay partes de mí en cada una de las personas que conozco, y otra parte en las que no conozco. De alguna bizarra forma estoy conectada con esa mujer que siempre odié, con ese padre al que no podré perdonar y con esos hombres de los que no quiero saber nada. Tal vez para llegar a comprendernos tenemos que ser conscientes de que estamos aquí y allí (Incluso donde no queremos estar) y como consecuencia llegar a comprenderlos encontrando el punto de inflexión entre sus pautas de comportamiento y las nuestras. Puede ser un trabajo duro, porque en general odiamos lo que está en nosotros (Lo que no está en nosotros no nos inmuta –cito casi textualmente a Hermann Hesse-) Yo soy a la vez muchas mujeres, dentro de mí caben muchas (y más aún) y es posible que no llegue a conocerlas a todas. Aunque desde luego soy yo la que decido que partes de mí exploto y desarrollo más. Unos han visto en mí a una puta sin sentimientos. Otros, en cambio, pura y estúpida inocencia. Y yo soy esas dos personas, al mismo tiempo (o por momentos) da igual. Toda postura necesita de su contraria para funcionar. Todo en esta vida tiene que compensarse de alguna manera para no caer y llegar a ser un despropósito. Antes decía que me gustaba como era, ahora no, ahora sencillamente "soy", no tiene que gustarme ni dejarme de gustar. Existo, estoy aquí (y allí) puedo ser lo que quiera ser (Exactamente lo que quiera ser) Y con eso me conformo.
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