
Qué gracioso me resulta, por momentos, comprobar que no eres más que una sombra escurridiza que viene y va a su antojo, que declara la igualdad de átomos y dibuja sonrisas con los dedos y tres minutos después te convierte en una consumición de 1’50.
__Es irónico comprobar, que es precisamente ese desorden interior lo que me atrae. Las coordenadas son tan exactas que es estúpido asustarse del infinito y ya no puedo escapar. Pero eres tal despropósito que me confundes con cada gesto. Vale la pena dejar claro que no te amo. Amo tus poros, la manera que tienes de tejer palabras, tu voz sin conocerla. Amo todo lo que eres y escondes. Las bromas. Tu oscuridad. Y tus risas. Pero no a ti.
__Y esto viniendo de una jodida Narcisa puede ser agradable, o no, de escuchar. Por eso te mandé la carta pidiéndote que te buscases a otra como yo, porque no valgo para estas cosas, no sé cruzar la línea desde que dije “Basta ya”.
__De todo esto me gusta no tener que dar explicaciones; porque no te las debo, y aunque tú no me las pidas sé que quieres hacerlo. De todo esto me gusta el muro construido; porque me permite retroceder aunque ya lo haya vivido.
__Es irónico comprobar, que es precisamente ese desorden interior lo que me atrae. Las coordenadas son tan exactas que es estúpido asustarse del infinito y ya no puedo escapar. Pero eres tal despropósito que me confundes con cada gesto. Vale la pena dejar claro que no te amo. Amo tus poros, la manera que tienes de tejer palabras, tu voz sin conocerla. Amo todo lo que eres y escondes. Las bromas. Tu oscuridad. Y tus risas. Pero no a ti.
__Y esto viniendo de una jodida Narcisa puede ser agradable, o no, de escuchar. Por eso te mandé la carta pidiéndote que te buscases a otra como yo, porque no valgo para estas cosas, no sé cruzar la línea desde que dije “Basta ya”.
__De todo esto me gusta no tener que dar explicaciones; porque no te las debo, y aunque tú no me las pidas sé que quieres hacerlo. De todo esto me gusta el muro construido; porque me permite retroceder aunque ya lo haya vivido.
Y sin mentir algunas veces te necesito con fuerza y toda nuestra relación es tan bucólica como prometiste en aquel primer dardo; porque no nos queremos y es perfecto así, porque somos espejos sin fondo, porque no exigimos ni pedimos ni rogamos y todo fluye de manera natural...
Hasta que, por supuesto, alguna de las dos termine rompiendo el contrato.
Sonríe, niña, sonríe. Que cuando sonríes me derrito.
*14 de Marzo de 2009.
2 comentarios:
Kat, no te rompas.
Te pongo en situación: texto escrito el Marzo pasado inspirada en un ciberamorplatónico (+imaginación)
No estoy rota ^^
Publicar un comentario