Papel Mojado

Tomaron todos el antídoto salvándose de la muerte
basta alineación de principios abstractos
eran ellos la casilla de salida, el comienzo (al menos el mío)
y el final los anunciaba entre fuegos artifiales y otros artificios lujosos.

empezaban a desvanecerse
antes incluso de inhalar la primera bocanada de aire enfermo
eran criaturas blancas, que sí, que no miento
casi como ángeles
y no eran ángeles
tenían los párpados cosidos
las pestañas quemadas
y la vida perdida (aunque no la perdieron)

bebían leche materna colgados
de mis pechos
estirando mis pezones
era lo único que podía hacer por ellos
destrozaban mi cuerpo de jovencita
haciéndome parecer una anciana

pero ni yo era una anciana
ni ellos estaban vivos
(ni muertos, siquiera)
y el pacto comenzaba en mi cerebro
parásitos que anidan en mi interior
Y las acacias y el naranjo y la bombilla fosforescente y los números de teléfono de esa chica a la que me follé cuando aún era menor siguen intactos, esperando que cruce la línea y salte los límites y encuentre un antídoto para mí (y no para ellos)