Dicen que soy...

Dicen que soy un trozo de sueño amarillo y azul que flota como una pompa de jabón en el firmamento.

Soy tan frágil como una pompa y tan difícil de alcanzar como un sueño, y ahora que los restos de baldosas que todavía tenían mis pasos se han quebrado hacen que hasta yo misma me pierda cuando intento encontrarme.

Encuéntrame si puedes

Dicen que soy los restos abandonados de países muy lejanos
que dejan las olas en la playa cuando baja la marea.

Dicen que soy un libro todavía sin terminar,
el típico libro con el que el escritor se atasca
y deja abandonado en un archivo de su ordenador.

Dicen que soy una hoja partida por la mitad,
un mensaje incompleto,
una carta que se pierde antes de llegar a su destino.

Dicen que soy aquella que construye castillos de arena con palabras retorcidas,
la que juega con el sentido oculto de las palabras,
la que dice menos (O quizás más) de lo que los otros quieren escuchar.

Dicen que soy hacedora de caminos,
luchadora por impulsos,
amante de corazones podridos,
delicada golondrina que acaricia las nubes.

Dicen que soy la sin nombre,
la perdida,
la que navega en un caos anaranjado y caliente,

(caliente como ella)

Dicen que soy la que zumba entre las estrellas y hace cosquillas a la luna,
La endiablada y hermosa serpiente que se hunde en el sexo de los ángeles,
La que busca y no encuentra,
La que encuentra sin buscar,
La que rebusca y en sus intentos no encuentra más que cajas vacías de todo contenido,
La que cuando sin rebuscar encuentra mágicos recipientes llenos de corazones amantes,
La que mira y no ve nada,
La que nada bajo los afilados acantilados mirando a los peces azules y los ve con nitidez,
La que lee y no comprende (O comprende a su manera)
La que comprende cuando lee las cosas que se alejan de lo aparentemente comprensible,
La que vive con determinación y descubre que todo es un engaño,
La que engañada sueña con sapos que se transforman en princesas y vive con un ansiado devenir de palomas mensajeras.
La que intenta orientarse y se pierde aún más,
La que al perderse entre colinas de musgo plateado orienta el verde reluciente de su pelo hacia los infiernos más peligrosos,

La que observa el ir y venir del mundo con una taxativa cabezonería y cuenta con su ábaco rojo el número de personas que se cruzan en su vida rozando su corazón coraza.

La que lamenta profundamente las lenguas congeladas que rodean su cuerpo de invierno,
La que vive de ilusiones que brillan intesa y peligrosamente en su iris arqueado,
La que arqueando las puntas de sus dedos descarga corrientes de energía luminosa,

Ritmo... arritmia.

Ritmo... arritmia.

Ritmo... arritmia.

Demente de lagunas parpadeantes,
diseñadora de mundos,
creadora de dolor,
parpadeante musa de puñales afilados:

de pestañas apremiantes de países ajenos

de violetas destructoras de flores

de vocales mayúsculas bruscas

de veloces amores latentes

de locuras minúsculas

de premios absurdos

de reflejos rosas

de miembros ... mutilaDOS

mutilaDOS los fríos de corazón

mutilaDOS los impacientes

los indecentes

los pacientes

los decentes

mutilaDOS

los que no sienten.