29.12.12

Cuestiones de familia.



Todos deberíamos sentarnos un día a hacernos una pregunta, la pregunta más importante de nuestras vidas: "¿Qué es lo que queremos?". La respuesta no saldrá, estará rodeada de peros: "¿Pero qué pasará con esta persona? ¿Pero no será muy arriesgado? ¿Pero hasta dónde llegaré si tomo esta decisión?".

Aún así deberemos seguir buscando la respuesta que nos lleve a lo que necesitamos para ser felices, aunque sólo sea por un rato. Puede que lo más difícil de ésto sea aprender a mantenernos firmes, a creer en nosotros aunque el mundo que conocemos se nos venga abajo si decimos algo que pensamos o aunque nuestras decisiones puedan provocar daños colaterales en los demás. Porque la vida va del daño que hacemos y del daño que nos hacen cuando se escogen caminos en beneficio de uno propio; ese daño es la vida misma, y no se puede vivir sin pensar en uno mismo.
No llegaríamos a ningún lado, ni como personas, ni como compañeros, ni como hijos si somos incapaces de ser sinceros con lo que llevamos por dentro. Por eso estos días, a pesar del circo que se nos está presentando, me siento muy orgullosa de vivir con la persona con la que vivo, porque para vivir, debemos llegar hasta el fondo, aceptar cosas que duelen y no tomar la opción más sencilla que se nos presente, y querer mejorar, sobre todo, querer mejorar. Y ella parece que está encontrando su límite y preguntándose qué es lo que quiere con menos peros de los que nos solemos encontrar todos.


No hay comentarios: