
CRIATURAS CELESTIALES
Las escamas empezaron a invadir su piel, a completarla, tejiendo de una manera constante lo que sería más tarde una superficie azul verdosa con destellos irisados. En un futuro actuarían como protección. Por eso todos suponen que las sirenas son criaturas crueles y terriblemente hermosas. Su sola visión puede atormentarte de por vida. Pueden llevarte al cielo o al infierno pero en cualquier caso siempre será un lugar desde donde no hay marcha atrás.
__No he empezado a escribir esto para advertiros, cada uno debe cuidar de sí mismo y de qué clase de criaturas celestiales deja entrar en su vida. De la misma forma no he empezado para contaros mi experiencia personal, ni tan siquiera para desahogarme. Esto es más bien un manifiesto, una manera de demostrar el amor que profeso a esas criaturas y a la vez de plasmar el pánico que siento cada vez que me encuentro con una.
__Como estaba diciendo en la mayor parte de los casos de transformaciones que he podido presenciar todo ocurre sin que la elegida se de cuenta. Primero las escamas aparecen en la punta de los pies, despacito, casi imperceptiblemente y avanzan de una manera constante hasta completar la cola. Tú en esos momentos no serás consciente ya que aún no se ha lanzado al agua y la ropa le cubre todos los signos que te podrían indicar con qué clase de animal estás lidiando. Los problemas empiezan cuando ella desarrolla la voz y comienza a cantar, para entonces ya no habrá marcha atrás. Como ya sabéis no hay un tiempo determinado desde que ella te enamora con su voz hasta que se lanza a la piscina, así que cuando ocurre te coge completamente por sorpresa. ¿Crees que no estás preparado para salir de tu embarcación y tirarte al mar? Eso ya no importa. Estés preparado o no saltarás, sin bombona, ni aletas y aprenderás a nadar si es que no sabes. Y a partir de ahí será un baile eterno que acabará con todas tus fuerzas. Las sirenas son dadas a jugar y nunca sabes por dónde van a salir o tras que roca se van a esconder. Cuando caiga la noche tú ya habrás perdido cualquier tipo de orientación, aunque eso sí, te aseguro que serás capaz de nadar a la perfección, que podrás enredarte y desenredarte entre algas con una maravillosa gracilidad, porque tú, sin darte cuenta, ya te habrás convertido en sirena, y tendrás la misma cola irisada y la misma belleza cruel que la que tiene tu compañera de batallas submarinas. Desde este momento ya no podrás olvidar la visión de tu sirena flotando delicadamente en el agua, con el pelo ondeando y las pequeñas tetas al descubierto, esa imagen se habrá clavado en tus retinas y tiempo más tarde, cuando ella esté perdida entre pececillos y medusas peligrosas seguirás pensando en ella con la misma fuerza y la misma necesidad que tenías antes. Pero la cosa no termina aquí, ya que en algún momento amanecerá y la perderás, y con ella tu cola y tu alma y tu fuerza y dejarás de respirar debajo del agua y todo se convertirá en una lucha por sobrevivir, por renacer, por agitar los pies bruscamente sin parar dirección a la superficie, sin detenerte. Pero esto, claro, en caso de que tengas suerte y la suficiente fuerza de voluntad para darte cuenta de que tragarte el orgullo y perder la dignidad son cosas diferentes, todo esto, claro, si de verdad tienes ganas de seguir adelante y no te resulta demasiado doloroso el pensar en perder a tu criatura celestial, todo esto si eres capaz de asumir que jamás volverá a tu lado y que ya no hay vuelta atrás. Te deseo suerte. El infierno no es un buen sitio para vivir, y menos si eres una criatura de agua, porque siempre he pensado que todas las mujeres somos sirenas y ni siquiera podemos luchar contra nuestros instintos acuáticos.
__No he empezado a escribir esto para advertiros, cada uno debe cuidar de sí mismo y de qué clase de criaturas celestiales deja entrar en su vida. De la misma forma no he empezado para contaros mi experiencia personal, ni tan siquiera para desahogarme. Esto es más bien un manifiesto, una manera de demostrar el amor que profeso a esas criaturas y a la vez de plasmar el pánico que siento cada vez que me encuentro con una.
__Como estaba diciendo en la mayor parte de los casos de transformaciones que he podido presenciar todo ocurre sin que la elegida se de cuenta. Primero las escamas aparecen en la punta de los pies, despacito, casi imperceptiblemente y avanzan de una manera constante hasta completar la cola. Tú en esos momentos no serás consciente ya que aún no se ha lanzado al agua y la ropa le cubre todos los signos que te podrían indicar con qué clase de animal estás lidiando. Los problemas empiezan cuando ella desarrolla la voz y comienza a cantar, para entonces ya no habrá marcha atrás. Como ya sabéis no hay un tiempo determinado desde que ella te enamora con su voz hasta que se lanza a la piscina, así que cuando ocurre te coge completamente por sorpresa. ¿Crees que no estás preparado para salir de tu embarcación y tirarte al mar? Eso ya no importa. Estés preparado o no saltarás, sin bombona, ni aletas y aprenderás a nadar si es que no sabes. Y a partir de ahí será un baile eterno que acabará con todas tus fuerzas. Las sirenas son dadas a jugar y nunca sabes por dónde van a salir o tras que roca se van a esconder. Cuando caiga la noche tú ya habrás perdido cualquier tipo de orientación, aunque eso sí, te aseguro que serás capaz de nadar a la perfección, que podrás enredarte y desenredarte entre algas con una maravillosa gracilidad, porque tú, sin darte cuenta, ya te habrás convertido en sirena, y tendrás la misma cola irisada y la misma belleza cruel que la que tiene tu compañera de batallas submarinas. Desde este momento ya no podrás olvidar la visión de tu sirena flotando delicadamente en el agua, con el pelo ondeando y las pequeñas tetas al descubierto, esa imagen se habrá clavado en tus retinas y tiempo más tarde, cuando ella esté perdida entre pececillos y medusas peligrosas seguirás pensando en ella con la misma fuerza y la misma necesidad que tenías antes. Pero la cosa no termina aquí, ya que en algún momento amanecerá y la perderás, y con ella tu cola y tu alma y tu fuerza y dejarás de respirar debajo del agua y todo se convertirá en una lucha por sobrevivir, por renacer, por agitar los pies bruscamente sin parar dirección a la superficie, sin detenerte. Pero esto, claro, en caso de que tengas suerte y la suficiente fuerza de voluntad para darte cuenta de que tragarte el orgullo y perder la dignidad son cosas diferentes, todo esto, claro, si de verdad tienes ganas de seguir adelante y no te resulta demasiado doloroso el pensar en perder a tu criatura celestial, todo esto si eres capaz de asumir que jamás volverá a tu lado y que ya no hay vuelta atrás. Te deseo suerte. El infierno no es un buen sitio para vivir, y menos si eres una criatura de agua, porque siempre he pensado que todas las mujeres somos sirenas y ni siquiera podemos luchar contra nuestros instintos acuáticos.
Si quieres condenarte, adelante, ya sabes como hacerlo.
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