HISTORIA DE UN MAL ALIENTO
El acre de mi aliento se mezcló con el acre del tuyo.
Y sin darnos cuenta entre las dos formamos
un acre tan jodidamente acre
que nos asfixiábamos
con la mezcla
Y así
un buen día
decidimos cepillarnos los dientes
...a solas.
El acre de mi aliento se mezcló con el acre del tuyo.
Y sin darnos cuenta entre las dos formamos
un acre tan jodidamente acre
que nos asfixiábamos
con la mezcla
Y así
un buen día
decidimos cepillarnos los dientes
...a solas.
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