Soy más fuerte de lo que parezco. Aunque a veces parezca que me rompo con un débil roce. Y también soy valiente, muy valiente, porque a pesar de conocer mis limitaciones siempre acabo arriesgándome. Y con el tiempo superándolo.
Son los efectos secundarios de querer vivirlo siempre todo a lo grande.
No hay comentarios:
Publicar un comentario